(Translated by Google) In 1220, two disciples of Saint Francis of Assisi, Juan de Perusa and Pedro de Saxoferrato, founded a Franciscan convent in Teruel, whose hermitage of San Bartolomé was demolished by order of the archbishop of Zaragoza García Fernández de Heredia, to begin the construction of the church in 1392. church that is seen today.
In 1555 the mummies of Los Amantes de Teruel were discovered in the basement of one of the side chapels, which from that moment on would be dedicated to the chapel of Los Amantes. It housed an altarpiece dedicated to San Cosmas and San Damiano sculpted by Gabriel Joli, creator of the altarpiece of the Teruel cathedral, before 1537.
The church consists of a high single nave of five sections with side chapels between the buttresses, a polygonal apse and a high choir at the foot. It is covered with simple ribbed vaults reinforced by pointed transverse arches and conveys a great feeling of unity and spaciousness.
In the western gable of the temple there is a large rose window in the upper area and the main doorway in the lower area, opened by means of a rectilinear depressed arch framed by pointed and flared archivolts topped by a gable and flanked by pinnacles, while the The secondary doorway is located on the Epistle wall and has a similar structure to the one described, but of smaller proportions.
Conrat Rey and Gonzalvo de Vilbo, teachers who regularly worked for the Fernández de Heredia family, participated in its construction.
(Original)
En 1220 dos discípulos de San Francisco de Asís, Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato, fundaron en Teruel un convento franciscano cuya ermita de San Bartolomé fue derribada por orden del arzobispo de Zaragoza García Fernández de Heredia, para iniciar en 1392 la construcción de la iglesia que hoy se contempla.
En 1555 se descubrieron las momias de Los Amantes de Teruel en el subsuelo de una de las capillas laterales, que a partir de ese momento estaría dedicada a capilla de Los Amantes. En ella se alojó un retablo dedicado a San Cosme y San Damián esculpido por Gabriel Joli, artífice del retablo de la catedral turolense, antes de 1537.
La iglesia consta de una elevada nave única de cinco tramos con capillas laterales entre los contrafuertes, ábside poligonal y coro alto a los pies. Se cubre con bóvedas de crucería sencilla reforzadas por arcos fajones apuntados y transmite una gran sensación de unidad y amplitud.
En el hastial occidental del templo se abre un gran rosetón en la zona superior y la portada principal en la zona inferior, abierta por medio de un arco deprimido rectilíneo enmarcado por arquivoltas apuntadas y abocinadas rematadas por un gablete y flanqueadas por pináculos, mientras que la portada secundaria se localiza en el muro de la Epístola y es de estructura similar a la descrita, pero de menores proporciones.
En su construcción intervinieron Conrat Rey y Gonzalvo de Vilbo, maestros que trabajaban habitualmente para la familia Fernández de Heredia.